El email marketing tiene mala fama. Mucha gente lo asocia de inmediato con spam, con correos molestos que llegan a la bandeja de entrada y uno lo primero que hace es borrarlos o darle al botón de “darse de baja”.
Pero te digo algo: el problema no es el email marketing. El problema es cómo se hace.Porque cuando está bien hecho, el email marketing no solo funciona… funciona mejor que cualquier otra estrategia digital.
¿Por qué? Porque llegas directo a la bandeja de entrada de la persona, sin algoritmos de redes sociales de por medio, sin depender de terceros.
Ahora, ¿qué pasa? Que muchos negocios cometen errores que matan sus resultados y, lo peor, dañan la confianza con sus clientes. Y la confianza, una vez rota, no es tan fácil de recuperar.
Déjame contarte algunos de esos errores que veo una y otra vez en empresas grandes, pequeñas y hasta marcas personales, para que no caigas en lo mismo.
Errores del Email Marketing
❌ Error 1: Comprar bases de datos
Este error es el clásico. Créeme, si hoy me dieran un dólar por cada cliente que ha llegado diciendo “tengo una base de 10,000 correos que compré”… Ya tendría el carro que tanto quiero 🤣.
El problema es que esas personas no te conocen, nunca te dieron permiso y, para colmo, muchos de esos correos ni siquiera son reales o están activos. ¿Qué pasa entonces?
- Te marcan como spam: porque no saben quién eres ni por qué les escribes. Eso dispara tu tasa de bajas, que siempre debería estar lo más bajita posible (ideal: muy por debajo del 1%).
- Se dispara tu tasa de rebote: al enviar a direcciones inexistentes o inactivas. Y ojo con esto: una tasa de rebote elevada no solo afecta la reputación de tu dominio, también puede provocar que tu cuenta sea baneada por la plataforma que usas para enviar correos.
- El baneo puede ser peor de lo que piensas: algunas plataformas, al detectar esa mala práctica, te bloquean el acceso y, en ciertos casos, esa mala reputación se transfiere a tu dominio. ¿La consecuencia? Aunque intentes abrir cuenta en otra plataforma, podrían rechazarte por el historial de tu dominio.
Al final, tus correos dejan de llegar a la bandeja de entrada y terminan directo en la carpeta de spam. O sea, aunque luego quieras hacer las cosas bien, ya vas a tener un camino cuesta arriba.
Hazlo bien desde el principio: construye tu base de contactos de manera orgánica, con formularios, registros voluntarios y ofreciendo contenido que de verdad la gente quiera recibir.
❌ Error 2: No segmentar tu base de datos
Aquí es donde muchos se equivocan. Mandan el mismo correo para todos como si la audiencia fuera un saco de papas. Y no.
Piensa en esto:
- Una persona que recién te conoció necesita algo muy diferente a alguien que ya lleva meses recibiendo tus correos.
- Un cliente que compró una vez no tiene el mismo interés que alguien que nunca te ha comprado nada.
- Y ojo, ni siquiera hablo solo de nivel de relación. Hablo también de intereses. No todos quieren lo mismo.
¿Qué pasa cuando no segmentas?
Tus correos dejan de ser relevantes. La gente empieza a abrir menos, a hacer menos clics y, poco a poco, a darse de baja. Porque, ¿quién quiere un email que no tiene nada que ver conmigo?
La segmentación es lo que marca la diferencia entre un correo que molesta y un correo que conecta.
Empieza simple: por nivel de interacción, por producto de interés o por etapa del proceso de compra. Mientras más personalizado, más resultados.
❌ Error 3: Bombardear con demasiados correos
Aquí hay dos extremos: los que no mandan nunca (y la gente se olvida de ellos), y los que mandan todos los días sin estrategia. Y claro, en este segundo grupo, lo que logras es que te odien.
Si alguien recibe 4 correos tuyos a la semana, y en ninguno encuentra valor real, ¿qué va a hacer? Se va a dar de baja o, peor, va a marcarte como spam.
La clave aquí no es solo la frecuencia, es la relevancia. La gente no se cansa de recibir emails, se cansa de recibir emails inútiles.
Mi recomendación:
- Define una frecuencia clara. Puede ser semanal, quincenal o mensual, dependiendo de tu negocio.
- Planifica contenidos que respondan a las dudas reales de tus clientes, no lo que tú quieres venderles nada más.
- Y combina: no todo debe ser promoción. Aporta valor, educa, entretén… y entonces vende.
❌ Error 4: No optimizar para móviles
Este error mata más campañas de las que te imaginas. Más del 60% de los correos se abren desde un celular. Eso significa que si tu email no se ve bien en pantalla pequeña, ya lo perdiste.
Y aquí no hablo solo de diseño. Hablo de todo:
- Párrafos larguísimos que cansan.
- Botones imposibles de tocar con el dedo.
- Imágenes pesadas que tardan una eternidad en cargar.
Cuando eso pasa, tu contacto hace lo más sencillo: borrar el correo. Y cada correo borrado sin abrir, o abierto sin interactuar, le manda una señal a Gmail y compañía de que tu contenido no interesa.
Entonces, revisa SIEMPRE cómo se ve tu correo en celular antes de enviarlo. Usa diseños responsivos, textos claros, botones grandes y llamativos.
❌ Error 5: No medir ni analizar resultados
Aquí me da risa (y un poquito de coraje) porque muchos dicen: “sí, yo hago email marketing”. Pero cuando les preguntas por tasas de apertura, clics, baja o rebote… Se quedan en BABIA.
Enviar correos sin medir resultados es como manejar con los ojos cerrados. No sabes si vas en la dirección correcta o directo al muro.
¿Qué pasa cuando no analizas?
- No sabes qué contenido conecta y cuál no.
- No sabes cuál es la hora o el día donde tu audiencia más interactúa.
- Repites errores y piensas que el email “no funciona”, cuando el problema es que no estás mirando los datos.
Hazlo bien: mide aperturas, clics, conversiones, bajas y rebotes. Y no solo los mires: analízalos. Ajusta con base en lo que ves. Email marketing no es un set-it-and-forget-it, es un proceso constante de prueba y ajuste.
✅ En resumen
El email marketing puede ser tu mejor aliado o tu peor enemigo. Todo depende de cómo lo uses. Evita estos errores, y estarás no solo mejorando tus métricas, sino también construyendo una relación de confianza con tu audiencia.
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