¿Sabías que el consumidor es el centro del universo o al menos del universo del marketing? No conocerle es como caminar con los ojos vendados, lo cual te impide avanzar y hasta puede provocar que inicies una relación bastante estrecha con el piso.
Todo negocio que busca tener éxito en Internet debe entender que sus acciones digitales deben estar enfocadas en conectar con las personas que tienen más probabilidades de convertirse en sus clientes.
Primero que nada es importante que recuerdes que ya no estás tratando con el consumidor de 15 años atrás. Las cosas han cambiado y mucho, razón por la cual hoy más que nunca es importante que le conozcas y sobre todo, que le entiendas.
Imagina que inicias una expedición para ir a buscar a Nemo, pero no tienes la menor idea de cómo es él, cómo es su voz, de qué color es, cómo se comporta o cuáles son los lugares que frecuenta… ¿Crees que tengas mucho éxito para encontrarle?
Es lo mismo en el mundo del marketing y la comunicación digital, ya que si trabajas para alcanzar a un público que no conoces, estarás gastando mucho más recursos en acciones no muy enfocadas.
La forma correcta de lograr conocer al consumidor y entenderle, es enfocándote en la definición clara y profunda de tu blanco de público, la cual debe ir mucho más allá de crear un simple target, ya que este tipo de segmentación no te ofrece información muy detallada sobre esas personas que podrían comprarte o que ya son tus clientes.
El Buyer Persona es una representación semi-ficticia de tu cliente ideal, un perfil que te ayuda a entender mejor a tus clientes actuales y a los prospectos.
El Buyer Persona se crea basádote en datos reales, información que recopilas de tus ventas, de encuestas, entrevistas e investigación. Adicional a esto, y con la información real a mano, puedes usar cierta especulación sobre su demografía, comportamiento, motivaciones y objetivos.
Un buyer persona bien hecho te brinda información que va más allá de lo demográfico, como por ejemplo:
Estas informaciones tan detalladas ponen en tus manos claves para adaptar tus estrategias, acciones y contenidos, para tener relaciones mucho más saludables con las personas más importantes para tu negocio: los clientes.
Porque el trabajo de conocer y aprender del consumidor es algo que nunca termina. De él aprendes a diario a través de cada me gusta, de cada mensaje que te envía, de cada página que visita, de cada comentario positivo y negativo que realiza, de cada conversación que tienes con él y con cada producto o servicio que compra, De hecho, una de las más grandes riquezas del buyer persona es que no se queda solo en su creación, sino que vas alimentando su perfil constantemente a medida que vas aprendiendo.
Conocer al consumidor y entenderle es importante, ya que cuando lo haces en profundidad, conectar con él es mucho más sencillo, ya que sabes exactamente cuáles son sus problemas y cómo puedes ayudarle a resolverlos. Con esta información a mano, solo debes planificar la combinación de acciones que vas a realizar día tras día para atraerle, convertirle y retenerle.
Ya está bueno de gastar tiempo, dinero y esfuerzo usando las plataformas incorrectas, segmentando mal la publicidad, contratando los influencers inadecuados… Todo porque no conoces lo suficiente a tu consumidor.